Tratamiento de la esclerosis múltiple primaria progresiva

En los últimos años, se han registrado avances relevantes en los tratamientos de la esclerosis múltiple. Sin embargo, no se proponen las mismas terapias para las diferentes variantes de la EM, sino que existen algunas de específicas para las formas en brotes, remitente-recurrente o para la esclerosis múltiple primaria progresiva y otras formas progresivas. 

Hoy en día existen diferentes tratamientos para afrontar los síntomas de la esclerosis múltiple. De estos, se considera que algunos pueden modificar la EM, reducir el riesgo de atrofia cerebral, el índice de recaídas y la acumulación de discapacidades. Además, se estima que también pueden retrasar la aparición de nuevas lesiones. Aun así, son procesos delicados y es muy importante escoger la terapia más adecuada para cada caso a partir de análisis detallados de distintos factores.

En los últimos años, se ha investigado y se han propuesto distintos fármacos para paliar los efectos de la esclerosis múltiple primaria progresiva y las formas secundarias. Después de distintas evaluaciones, destacan medicamentos como:

Ocrevus® (ocrelizumab)

Este medicamento se administra por vía intravenosa con una periodicidad recomendada de seis meses, sin necesidad de hacer controles de rutina entre dosis. En concreto, según los investigadores, el fármaco permite eliminar las células B CD20+. Estos son los componentes que tienen una función clave en la patogenia de la EM y que dañan la mielina y los axones, provocando ciertas discapacidades.

Además, el ocrelizumab dispone de la autorización del Servicio Catalán de la Salud y el Instituto Catalán de la Salud para administrarlo tanto a personas con EM recurrente, como a aquellas con con esclerosis múltiple primaria progresiva en fases iniciales.

 

Algunos fármacos pueden modificar la EM y reducir el riesgo potencial de atrofia cerebral, el índice de recaídas y la acumulación de discapacidades.

 

Interferón beta-1b y 1a subcutáneos

Este tipo de fármacos se recomiendan para tratar formas progresivas secundarias de la EM con el objetivo de reducir la frecuencia de posibles brotes y atrasar el aumento de la discapacidad, según la escala EDSS.

Para conseguirlo, el interferón dispone de los atributos del grupo de medicamentos al cual pertenece, conocidos como inmunomoduladores. Con su administración, se puede percibir una reducción de la inflamación y prevenir los daños en el sistema nervioso que pueden causar los síntomas de la Esclerosis Múltiple.

En este caso, la administración también es por vía intravenosa, pero con una regularidad de tres días semanales, por norma general.

 

De todas maneras, las dos formas de tratamiento deben seguir las pautas de un profesional médico que acompañe a las personas con EM. El personal ayudará a decidir el número de dosis y el procedimiento de administración a seguir en cada caso.

Además de las terapias aceptadas y los fármacos que actualmente están aprobados para su uso ante estas formas de esclerosis múltiple, la investigación continua. Organismos como la International Progressive MS Alliance, trabajan para mantener la investigación activa y encontrar nuevos tratamientos que mejoren la calidad de vida de las personas con Esclerosis Múltiple progresiva.

 

Referencias:

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