Fatiga y cansancio: una guía para personas con esclerosis múltiple

Fatiga y cansancio forman parte del día a día de muchas personas con esclerosis múltiple. Te explicamos cómo funciona la fatiga y qué recomendaciones pueden ayudar a minimizar su impacto en la vida cotidiana.

Si hay un síntoma que es habitual para la mayoría de personas con esclerosis múltiple, ese es el de la fatiga. Se calcula que entre el 75% y el 95% de personas con EM tienen fatiga, y muchas lo consideran uno de los síntomas que más afectan a su calidad de vida.

La fatiga y el cansancio pueden llegar a ser muy debilitantes e impactar en muchas de las actividades diarias de las personas con EM. Esto afecta al estado de ánimo, el nivel de autonomía y el funcionamiento mental, social y laboral.

Además, es un síntoma que puede resultar complejo de explicar y comprender, lo que puede contribuir a que las personas con EM pierdan la motivación, las ganas de hacer cosas y de relacionarse con el entorno.

No todas las personas con esclerosis múltiple tienen el mismo nivel de fatiga, ni este es constante durante el día.

 

¿Qué causa la fatiga en la esclerosis múltiple?

Aún no se conoce con exactitud cuál es la causa de la fatiga en la esclerosis múltiple, pero sí que se considera que puede derivarse de diferentes factores.

En general, la fatiga de la EM se divide en dos tipos:

  • Fatiga primaria: es aquella fatiga causada por los daños en el sistema nervioso central y la propia actividad de la enfermedad, como por ejemplo la desmielinización, la pérdida axonal o la alteración en la inervación y activación de los grupos musculares. Las conexiones neuronales quedan dañadas y hace falta más energía para compensar estas funciones cerebrales.
  • Fatiga secundaria: es aquella que aparece como consecuencia de otras condiciones relacionadas con la EM, como los problemas de movilidad, respiratorios, por efecto secundario de la medicación… o por otros factores como infecciones, fiebre, inactividad…

La fatiga suele venir de una combinación de causas, por lo que es importante detectar cuáles podrían ser las fuentes del cansancio antes de poder abordarlo.

Existen muchas causas que pueden influir en el aumento de la fatiga:

 

Cómo reducir la fatiga y el cansancio en la esclerosis múltiple

Las formas de combatir la fatiga y el cansancio se basan en una combinación de cambio de hábitos, estrategias marcadas por especialistas y medicamentos recetados.

Para muchas personas con esclerosis múltiple, la fatiga es uno de los peores síntomas.

Opciones de tratamiento de la fatiga

La fatiga debería ser tratada por un equipo multidisciplinar, que valorará y detectará si existen causas secundarias de la fatiga para tratarlas adecuadamente.

Evaluar la situación personal, detectar los problemas que causan la fatiga muscular y el cansancio e iniciar toda una serie de cambios y comportamientos respecto a la realización de las actividades diarias pueden ser herramientas para ayudar a reducir el impacto de la fatiga. Los profesionales sanitarios pueden ayudar a identificar los factores que la causan, a diseñar la estrategia más efectiva y a facilitar la gestión del cansancio.

Las Estrategias de Eficacia de Energía (EEE) incluyen recomendaciones para hacer más fácil las tareas diarias, como el uso de aparatos eléctricos y productos de soporte, modificaciones para mejorar la accesibilidad en el entorno, o propuestas de modificación del hogar o el puesto de trabajo.

Estas mejoras están orientadas a reducir el esfuerzo del día a día y mejorar la calidad de vida. Algunos ejemplos son:

  • Planear las actividades del día: para conservar la energía, es muy útil tener distribuidas las tareas para evitar sobrecargarse. Los períodos de descanso también deberían entrar dentro de esa planificación.
  • Detectar nuestros signos de alerta ante la fatiga: cada persona conoce mejor que nadie sus propios límites. La vista cansada, las piernas cansadas, la tensión en los hombros o la falta de concentración son algunas señales que nos avisan del incremento de la fatiga en el cuerpo.
  • Vigilar la ergonomía: una postura inadecuada puede crear tensión muscular y hacer que aumente el consumo de energía, contribuyendo a empeorar el cansancio.
  • Delegar tareas: es importante dar a conocer a la familia y los amigos los problemas que puede causar la fatiga para mejorar la comprensión y la empatía, para que sea más fácil pedir ayuda o delegar las tareas dificultosas a otras personas.

 

Cambios de estilo de vida

Evaluar la situación personal y detectar qué cambios de hábitos pueden hacerse es una de las mejores opciones para controlar la fatiga. Algunos de ellos son:

  • Hacer ejercicio: el ejercicio tiene múltiples beneficios, entre ellos aumentar la resistencia a la fatiga en la EM y el nivel de energía. Al elegir el tipo de ejercicio a realizar, es importante tener en cuenta tanto las preferencias personales como las limitaciones físicas, por lo que es recomendable hablar antes con un profesional sanitario que nos pueda orientar.
  • Mejorar la alimentación: cambiar los hábitos al comer y optar por alimentos saludables puede tener un impacto positivo en la fatiga. Una dieta rica en frutas y verduras, por ejemplo, puede ayudar a gestionar el cansancio en la EM.
  • Tener una buena higiene de sueño: los trastornos del sueño pueden aumentar el nivel de fatiga, por tanto, es importante poder descansar.
  • Mantener activa la mente: se recomienda realizar actividades estimulantes y que nos mantengan activos mentalmente.
  • Encontrar tiempo para relajarse: Los ejercicios de relajación, meditación, mindfulness, y otros como el yoga, o el Taichí, pueden ser beneficiosos para la reducción de la fatiga.
  • Mantenerse fresco y en ambientes de agradables temperaturas.

 

Referencias

Fatigue. MS Trust. Disponible en: https://www.mstrust.org.uk/a-z/fatigue [Acceso: 14/02/2023]

Fatigue. MS Society. Disponible en: https://www.mssociety.org.uk/about-ms/signs-and-symptoms/fatigue#:~:text=Primary%20fatigue%20is%20caused%20by,like%20pain%2C%20or%20disturbed%20sleep. [Acceso: 14/02/2023]

La Fatiga: Lo Que Usted Debe Saber. National MS Society. Disponible en: https://www.nationalmssociety.org/NationalMSSociety/media/MSNationalFiles/Brochures/Brochure-La-Fatiga.pdf [Acceso: 14/02/2023]

Fatigue in Multiple Sclerosis: Mechanisms, Evaluation, and Treatment. Sleep Research Society. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2910465/ [Acceso: 14/02/2023]

Revisado por: Mònica Gotsens. Terapeuta ocupacional
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