El mal de Constance, mujer de Oscar Wilde

Constance Lloyd, posteriormente conocida como Constance Wilde y finalmente Constance Holland, murió el 7 de abril de 1898 poco después de ser operada por un ginecólogo que pretendía curar su esclerosis múltiple. Las causas de su muerte se desconocían hasta hace apenas unos meses y se atribuían a una caída por las escaleras y a la sífilis contagiada por su marido. Sin embargo, su nieto Merlin Holland ha revelado los verdaderos motivos de la muerte de Constance en un artículo en la revista The Lancet, donde en el año 2000 la doctora Ashley Robins aclaró los motivos de la desaparición de Oscar Wilde. Holland, con la ayuda de Robins, ha aclarado que Constance tuvo esclerosis múltiple, pero esta no fue la razón de su muerte. “Durante los primeros siete años, el cuadro clínico estuvo dominado por episodios agudos intermitentes seguidos por largos períodos de recuperación; en los últimos dos años se convirtió en una discapacidad permanente con deterioro gradual. Un diagnóstico probable es la esclerosis múltiple”, ha escrito Robins en The Lancet. Cabe señalar que la esclerosis múltiple ya estaba descrita en 1868, aunque entonces no existía un diagnóstico tan extendido como lo hay hoy en día.

En 1895 en Génova contactó por primera vez con el ginecólogo Luigi Maria Bossi, que, pese a conseguir una mejora momentánea de su estado, no hizo que desaparecieran del todo los dolores. Tras someterse a unas extrañas curas -baños y electricidad- en Heidelberg, Holland dijo a su hermano estar “cansada de los médicos y de que ninguno descubra qué hacer conmigo”. Constance volvió a contactar con el ginecólogo Bossi, que estaba convencido de que el sistema reproductor femenino podía inducir locura, por lo que se tenían que extirpar los ovarios. Holland se sometió a una operación el 2 de abril de 1898, que la dejó con vómitos intratables. Deshidratada y sin suero intravenoso, Constance Holland murió el 7 de abril de 1898.

 

Acceso al documento original: El enigmático mal de Constance, la mujer de Oscar Wilde. Disponible en: http://elpais.com/elpais/2015/01/11/ciencia/1421001526_399399.html