¿Es el tabaco perjudicial para la evolución de la esclerosis múltiple?

¿Repercute fumar en el desarrollo y evolución de la esclerosis múltiple? La respuesta a esta pregunta es clara: sí, el tabaco influye negativamente en la enfermedad.

Uno de los factores ambientales que más se ha estudiado en relación con la esclerosis múltiple es el tabaco. Fumar puede tener complicaciones serias para la salud: puede generar problemas cardiovasculares y pulmonares crónicos, algunos tipos de cáncer, un mayor número de malformaciones fetales…

En el caso de la esclerosis múltiple, fumar se ha asociado a un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad en diferentes estudios. También se relaciona con la actividad de la EM de diversas formas:

 

Los efectos del tabaco en la esclerosis múltiple

Fumar puede empeorar los efectos de la esclerosis múltiple de muchas formas. Distintas investigaciones indican que el tabaco puede acelerar el grado de discapacidad, incluyendo la movilidad, o que las personas fumadoras pueden progresar antes a una EM secundaria progresiva. Algunos de los síntomas que pueden empeorar al fumar son:

La buena noticia es que dejar de fumar es beneficioso para la esclerosis múltiple, según muestran también estudios. Los ex fumadores tienen menos riesgo de desarrollar un cierto grado de discapacidad que las personas con EM que siguen fumando.

Fumar puede acelerar los efectos de la EM, como el grado de discapacidad, y empeorar de forma general la calidad de vida.

 

Falsos mitos sobre el tabaco

Hay muchas personas para las que dejar de fumar puede ser todo un reto y que pueden tener algunas ideas erróneas sobre el tabaco y la  EM. Estos son algunos de los mitos que pueden impedir que se intente dejar de fumar:

  • Fumar ayuda con el estrés: los estudios indican que las personas fumadoras tienen más estrés que las no fumadoras, así como que dejar de fumar puede reducir la ansiedad y la depresión a largo plazo.
  • Fumar shisha o vapear es inofensivo: la shisha impacta en la EM tanto como los cigarrillos y vapear también podría ser perjudicial, aunque se necesitan más estudios para afirmarlo con mayor contundencia.
  • El tratamiento para la EM hace de protector contra el tabaco: de hecho, algunos tratamientos modificadores de la enfermedad pierden efectividad cuando se combinan con el tabaco y los brotes podrían ser más frecuentes. Además, fumar podría dificultar la recuperación después de un brote.

En resumen, los estudios realizados hasta ahora sobre el tabaco y la EM son concluyentes: fumar aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad y, una vez establecida, comporta también una peor evolución de la misma. Por eso es tan importante tomar conciencia y dejar de fumar de inmediato.

 

Referencias

Multiple Sclerosis & Smoking. Cleveland Clinic. Disponible en: https://my.clevelandclinic.org/departments/neurological/depts/multiple-sclerosis/ms-approaches/ms-and-smoking

Smoking and MS. MS Society UK. Disponible en: https://www.mssociety.org.uk/care-and-support/everyday-living/smoking-and-ms

Handel AE, Williamson AJ, Disanto G et al. Smoking and Multiple Sclerosis: An Updated Meta-Analysis. PLoS ONE. Disponible en: https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0016149

Manouchehrinia A, Tench CR, Maxted J. et al. Tobacco smoking and disability progression in multiple sclerosis: United Kingdom cohort study. Brain. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23757766/

Revisado por: Margarita Casalilla Enfermera. Hospital de Día de la Fundación Esclerosis Múltiple. Lleida. Número de colegiada 2124
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