Sexo y esclerosis múltiple: Una guía para hombres

La falta de deseo sexual o la dificultad para tener erecciones son problemas comunes entre los hombres con esclerosis múltiple. Entre el 50 y el 90% de ellos se verán afectados por algún problema sexual en algún momento de su vida.

La insatisfacción sexual en hombres puede provocar frustración y depresión, así como pérdida de confianza y de autoestima. La guía Sex and MS: a guide for men elaborada por la Multiple Sclerosis Trust proporciona información sobre el asesoramiento y los tratamientos disponibles para los hombres con esclerosis múltiple y las personas que tienen relaciones sexuales con ellos para lidiar con las dificultades que puedan encontrar. Aunque la guía no pretende solucionar inmediatamente los problemas sexuales ni cubrir la totalidad de casos, demuestra que no es necesario luchar en silencio. Antes de presentar los aspectos más significativos de la guía, cabe destacar que la persona con EM puede sufrir otros problemas sexuales que no estén relacionados con esta condición.

Los problemas sexuales provienen de una combinación de factores físicos, psicológicos, emocionales y sociales. Pueden resultar de daños provocados por la EM en las vías nerviosas del cerebro o de la médula espinal que procesan los estímulos eróticos, los sentimientos sexuales y las respuestas.

También pueden proceder indirectamente de síntomas de la EM, tales como la pérdida de la sensibilidad o espasmos; o derivar de consecuencias más amplias de la EM, tales como las preocupaciones económicas o laborales o una baja autoestima.

Disminución del deseo sexual en los hombres con esclerosis múltiple

Convivir con la EM puede afectar profundamente tu deseo sexual, minando tu autoestima, la identidad sexual, el placer y la confianza como pareja sexual o como potencial pareja. Si eres hombre y tienes EM, puedes tener episodios temporales en los que es difícil estar motivado o interesado en el sexo. Otros, en cambio, pueden sufrir una disminución duradera del deseo sexual.

A continuación, te presentamos algunas ideas para hacer frente a estos efectos emocionales que provocan la disminución del deseo sexual:

  • Sé positivo. Los pensamientos negativos sobre uno mismo como pareja sexual pueden conducir a un círculo vicioso en el que estos pensamientos se retroalimentan y se dilatan. Tomar decisiones y buscar soluciones para combatir estos pensamientos requiere tiempo y esfuerzo. La terapia cognitivo-conductual te puede ayudar a gestionar los pensamientos negativos.
  • Cuídate. Aunque despertarse, vestirse y arreglarse puede ser difícil, el esfuerzo para verse bien merece la pena para combatir los sentimientos negativos de la falta de confianza en uno mismo.
  • Mantén la vida social. Si la EM te está minando la autoestima, puede resultar tentador apartarse del mundo. Conocer a otras personas y mantener el contacto con los amigos, en persona, por teléfono u online, ayuda a relativizar las dificultades. Si tu círculo de amigos se ha reducido, existen maneras de conocer nuevas personas como, por ejemplo, cursos para adultos, voluntariados o páginas de contactos.
  • Mantente activo. Mantenerse tan activo como sea posible es esencial para la salud y tiene un papel importante en la reducción del estrés y en contrarrestar los efectos de la fatiga. Aunque puede ser positivo, no es necesario seguir una rutina de ejercicios o empezar a practicar un deporte, existen actividades como la jardinería, la fotografía o la pesca que permiten salir y sentirse bien.
  • Recuerda los puntos fuertes. Reconocer cuáles son tus puntos fuertes ayuda a construir la propia confianza. Algunos pueden haber surgido de la convivencia con la EM, tales como la resiliencia, la adaptabilidad o el sentido del humor. Sexualmente, es importante, pues lo fundamental no es lo que se hace, sino cómo se hace. Si algunas posturas han dejado de ser placenteras, es importante encontrar nuevas que funcionen y concentrarse en estas teniendo en cuenta las necesidades de la pareja.
  • No se trata solo del orgasmo. Expresar amor, afecto, intimidad y sensualidad no depende de la penetración y de la incesante búsqueda del orgasmo. Es esencial disfrutar del proceso, explorando la sensualidad, sin distraerse por la necesidad de llegar al orgasmo. Esto es aplicable tanto si se tiene pareja como si no.

Sexo y esclerosis múltiple: disfunción eréctil

La disfunción eréctil, también llamada impotencia, es la incapacidad de lograr o mantener una erección. Se estima que uno de cada cinco hombres de la población general se ve afectado en algún momento. Sin embargo, la prevalencia es mayor entre los hombres con EM.

Las investigaciones apuntan que la disfunción erectil afecta a dos de cada tres hombres con EM. Las causas son diversas: daño nervioso a causa de la EM, síntomas de la EM (dolor, entumecimiento en el área genital, depresión, ansiedad) y factores emocionales o psicológicos (falta de autoestima).

A pesar de que existe medicación para recuperar la capacidad de tener una erección, para tratar la disfunción eréctil eficazmente es necesaria una evaluación total de la persona. Los tratamientos deben ser parte del tratamiento de los síntomas, no una solución completa por sí misma. En primer lugar, la disfunción eréctil puede tratarse con medicación. Los medicamentos más utilizados son los llamados inhibidores de la PDE5 (Viagra, Levitra y Cialis).

Contrariamente a la creencia popular, el uso de estas pastillas sin estimulación sexual no causa una erección. En segundo lugar, los dispositivos de constricción por vacío funcionan reteniendo la sangre en el pene. Para algunos este método resulta intrusivo, otros, en cambio, lo incorporan como parte de su relación sexual. Finalmente, las prótesis pueden ayudar mecánicamente con las erecciones y se consideran como opción únicamente cuando ninguno de los métodos anteriores ha resultado efectivo.

Orgasmos retardados o ausentes y eyaculación

Las dificultades en la eyaculación afectan a uno de cada tres hombres en algún punto de su vida, con frecuencia por eyaculación prematura. Los hombres con EM son más proclives a sufrir problemas o incapacidad para alcanzar el clímax, incluso si la erección no está afectada. Entender cómo los síntomas afectan al sexo puede ayudar a combatirlos. Por ejemplo, planea tener relaciones en aquellos momentos del día cuando la fatiga es un problema menor o investiga posturas menos dolorosas. La eyaculación retardada puede deberse también a problemas psicológicos relacionados con la EM y su efecto en la autoestima.

Considerar el sexo como una experiencia sensual y placentera y no como un proceso funcional basado en la penetración y en el orgasmo te puede ayudar a reducir la ansiedad.

Entre los métodos para tratar este problema, cabe destacar la masturbación. Algunos hombres consiguen llegar al orgasmo más fácilmente con la masturbación, solos o con la pareja. Sin embargo, algunos han comprobado que reduciendo la masturbación entre encuentros sexuales puede ayudarles a alcanzar el orgasmo con una pareja.

Para algunos hombres, los juguetes sexuales y los vibradores son de gran ayuda, aunque a otros les resultan dolorosos o desagradables. La estimulación anal facilita también el orgasmo. La midrodina y la yohimbina han demostrado tener un efecto positivo sobre la eyaculación.

Acceso al documento original:

Sex and MS. A guide for men http://support.mstrust.org.uk Disponible a:http://support.mstrust.org.uk/file/sex-and-ms-men.pdf

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