11 Recomendaciones para combatir la fatiga con esclerosis múltiple

El cansancio y la fatiga son síntomas muy frecuentes en las personas que tienen esclerosis múltiple. Son síntomas que puede aparecer en más del 65% de los casos, pero es posible reducir su impacto en la vida diaria con estrategias para gestionar la energía. Aquí tienes algunas recomendaciones para lograr que no repercuta negativamente en la vida diaria.

La fatiga se define como “la falta subjetiva de energía física y/o mental” que percibe la persona con esclerosis múltiple y que puede limitar o interferir en su actividad cotidiana. Aunque la causa exacta de la fatiga se desconoce, se está investigando y se cree que es el resultado de una combinación de factores.

Sin embargo, existen estrategias para gestionar la energía que permiten ayudar a combatir el cansancio y la fatiga. A continuación, te dejamos algunas recomendaciones para reducir su impacto.

Recursos para minimizar el cansancio y fatiga diarios

1. Descansar

Los descansos son una parte importante del manejo de la fatiga. Descansar puede prevenir que la persona con EM llegue al agotamiento y deba interrumpir completamente una tarea y dejarla a medias. Planificar los descansos puede ofrecer más control sobre la actividad y elegir los momentos de reposo y actividad.

Tomar descansos frecuentes es mejor que hacer un descanso largo después de finalizar la tarea. De esta manera, la persona con EM evita sentirse cansada. Descansar significa no realizar ninguna actividad. Leer una revista, mirar la televisión o hablar por teléfono es una tarea relajada, pero no es realmente un descanso.

2. Priorizar para minimizar el cansancio y fatiga

Establecer un orden de prioridades en la realización de tareas es un buen método para gestionar la energía a lo largo del día. Es crucial conocerse a uno mismo y saber en qué momento del día se goza de mayor energía. Suele ser habitual levantarse muy activo y que la energía decaiga a medida que pasan las horas. Si es así, se recomienda empezar por las actividades más importantes a primera hora y tomarse el tiempo restante para las demás. De esta manera, la persona con EM puede ser responsable y evitar sentirse frustrada.

Para facilitar la priorización de tareas, se recomienda:

  • Hacer una lista con las tareas que se dan en un día o en una semana.
  • Marcar las tareas más relevantes.
  • Identificar aquellas tareas que se pueden descartar y aquellas que pueden realizarse con menor frecuencia.

Sobre las tareas que son más importantes, debemos pensar si:

  • ¿Se pueden hacer de forma más eficiente y sin consumir tanta energía?
  • ¿Se pueden hacer en algún momento diferente del día?
  • ¿Se puede pedir ayuda?

3. Delegar tareas

No hay nada malo en pedir ayuda. Contar con los demás es lógico si vivimos en sociedad. La familia, los amigos o los compañeros de trabajo pueden ayudar en la medida de lo posible a la persona con EM. La respuesta de la gente suele ser positiva.

Puede ser de utilidad preparar una lista de tareas con las que se necesite ayuda. En el momento de pedir ayuda es importante:

  • Recordar por qué se pide ayuda para esta tarea.
  • Dividir la tarea y pedir ayuda en aquellas partes de la tarea que sea necesario.
  • Temporalizar la tarea, calcular el tiempo que se necesita para efectuarla y en qué momento del día debe estar hecha.
  • Categorizar las tareas para el cuidado personal o del hogar para ayudar a decidir a qué personas pedir ayuda para cada tipo de tareas.

4. Planificación

Conocer bien las prioridades ayuda a planificar el día o la semana de manera más eficaz. La idea de hacer un plan diario o semanal es la de tener más confianza, marcando retos realistas y evitando sobrecargar la agenda.

Planificar el día incluye considerar momentos de descanso, así como momentos para dedicarse a pensar las tareas a realizar durante el día.

5. Organización del espacio

A veces, los cambios más simples pueden hacer del hogar un lugar adaptado al uso eficiente de energía. Algunos cambios del entorno, como los que se mencionan a continuación, no implican un equipo especializado o alteraciones importantes y son de gran utilidad para no tener tanto cansancio y fatiga:

  • Guardar al alcance los objetos utilizados con regularidad.
  • Guardar juntos los objetos que se emplean a la vez.
  • Guardar en sitios altos los objetos ligeros e irrompibles que rara vez se usan.
  • Guardar en sitios bajos los objetos pesados que rara vez se emplean.
  • Dejar las áreas de trabajo lo más ordenadas y desocupadas posibles.

6. Hacer ejercicio

Hacer ejercicio cuando uno se siente agotado es un reto. Sin embargo, hacer alguna actividad física aumenta el nivel de energía y la capacidad de resistencia. Cabe destacar que no todas las personas pueden practicar el mismo deporte o hacer el mismo tipo de ejercicio, por eso es importante que cada persona con EM hable con su médico o fisioterapeuta para elegir la mejor opción y adaptarla a su caso.

7. Postura corporal

Mantener una buena postura corporal y relajada es fundamental. Además de una postura erguida y simétrica, sentarse siempre que sea posible para hacer las tareas también ayuda a conservar energía.

8. Utilizar la tecnología

Bañarse, vestirse o cocinar son tareas cotidianas que pueden convertirse en misiones casi imposibles cuando se convive con EM. Existe una gran variedad de dispositivos de asistencia que facilitan la ejecución de estas tareas, mejoran la eficiencia y la movilidad y pueden ayudar a las personas con EM a ahorrar energía. Algunos ejemplos de dispositivos de asistencia son las ruedas en el cubo de la ropa sucia o las aspiradoras de mango largo.

9. Controlar el entorno

Los elementos ambientales como la luz, la temperatura o la disposición de los muebles pueden facilitar las actividades o contribuir a aumentar la fatiga. Existen maneras de optimizar el gasto de energía regulando estos factores como, por ejemplo, evitar el calor, los espacios muy oscuros o excesivamente iluminados o distribuir los muebles del hogar para facilitar los desplazamientos.

10. Tratarse

Además de las estrategias enumeradas anteriormente, existen fármacos para tratar la fatiga. Hablar con el médico permitirá saber cuál es la mejor opción disponible.

11. Dormir para mejorar el cansancio y fatiga

El 30% de las personas con EM tienen problemas para dormir por la noche, problemas que derivan en fatiga durante el día. Tratar los problemas que repercuten en el sueño, tales como la apnea nocturna, la disfunción vesical o la espasticidad, es importante para poder tener más energía durante el día.

Seguir estas recomendaciones es una buena forma de vencer el cansancio y la fatiga. A pesar de todo, cabe reiterar que es fundamental contar con el seguimiento y control del médico, y consultarle las dudas que surjan antes de tomar decisiones que pueden afectar a la salud.

Acceso al documento original:

8 ways to manage fatigue with MS. Disponible en: http://www.healthcentral.com/multiple-sclerosis/cf/slideshows/8-ways-manage-fatigue-ms?ic=mpop#slide=2

Debe iniciar sesión para comentar.

¿Tienes una cuenta? ¡Inicia sesión ahora!

¿No tienes una cuenta? ¡Regístrate ahora!