Actuar ante un brote de esclerosis múltiple

Al sufrir un nuevo brote de la enfermedad se puede padecer inestabilidad, problemas de vejiga, alteración del tacto, problemas de fuerza y hasta visión doble. Estos son algunos de los síntomas de la esclerosis múltiple que pueden reaparecer en caso de sufrir un nuevo brote de la enfermedad. A continuación, se detalla cómo saber si se está experimentando, qué hacer en este caso y cómo actuar una vez superado el brote.

El primer brote de esclerosis múltiple puede ser aislado, pero las personas con EM pueden sufrir un brote después. Es decir, un episodio de aparición de nuevos síntomas neurológicos como pueden ser la inestabilidad, problemas de vejiga que se acompañan de problemas motores o falta de fuerza o alteración del tacto que puede asociarse o no a dolor. Los brotes de esclerosis múltiple se producen a causa de la formación de una nueva lesión o desmielinización en el cerebro y/o la médula espinal. Las personas con EM notarán que se trata de un brote porque percibirán síntomas nuevos, que habitualmente duran más de 24 horas y que se pueden acompañar de síntomas similares a los que había presentado previamente.

Típicamente los síntomas del brote aparecen de forma progresiva en pocas horas o días, persisten más allá de 24 horas y suelen durar de cuatro a seis semanas.

Por consenso, deben de haber pasado, al menos, 30 días desde el anterior episodio de empeoramiento neurológico para poder considerar que se trata de un nuevo brote.

Cómo actuar ante un brote de esclerosis múltiple

En el caso de que una persona con EM presente algunos de los anteriores síntomas y/o piense que puede estar sufriendo un nuevo brote, se recomienda que contacte con su neurólogo. Es aconsejable que le explique cómo se encuentra, qué síntomas está sufriendo y qué dificultades le causan. Seguramente, su médico le realizará algunas preguntas sobre otros síntomas que pueden empeorar los déficits neurológicos (como infecciones, entre otros) y si lo considera necesario, citará a la persona con EM de forma urgente o preferente en la consulta.

Cabe recordar que, habitualmente, los brotes de la EM, a pesar de que pueden ser muy molestos, no son una urgencia médica. En este sentido, no es obligatorio acudir por urgencias al centro de salud y/o hospital más cercano. De hecho, si los síntomas se lo permiten, siempre es mejor contactar con su equipo médico y/o enfermeras habituales, que conocerán su enfermedad y le prescribirán el tratamiento más adecuado. Es importante que el equipo encargado de cuidar de su EM esté informado de la aparición de nuevos brotes. Sobre todo de cara a plantearse, en un futuro, un tratamiento a fondo para la enfermedad o un cambio de tratamiento si así se cree necesario.

El tratamiento de un brote

Una vez confirmado que se trata de un brote, y según cada caso, los médicos informarán a la persona con EM de cómo tratar más adecuadamente estos nuevos síntomas:

  • Tratamiento farmacológico con corticosteroides: se trata de un antiinflamatorio muy potente del que se recetarán dosis muy altas. El efecto de este tratamiento será el de reducir la inflamación y acortar, por tanto, la duración de los síntomas. A pesar de que se pueden prescribir por vía oral, la forma más habitual de administración es la endovenosa, en el Hospital de Día. En general, a causa de que la duración del tratamiento es corta (de 3 a 5 días), este tratamiento se suele tolerar bien, pero se deben tener en cuenta y conocer los posibles efectos secundarios que puede provocar, como alteraciones de carácter, palpitaciones, náuseas, mucha hambre, aumento de peso, dificultades para dormir, acné, inflamación de tobillos, gusto metálico (durante la infusión) o sofocos, entre otros.
  • Tratamiento rehabilitador: la fisioterapia o rehabilitación forma parte del tratamiento de la persona con EM. Antiguamente, en el momento del brote, se recomendaba reposar, pero cada vez se ve más conveniente empezar a realizar algún tipo de rehabilitación de forma precoz, especialmente cuando existen problemas motores asociados. Así, en ocasiones, el mismo neurólogo puede recomendar tratamiento con fisioterapia, terapia ocupacional, etc. Todo forma parte de la rehabilitación de la persona con EM y presenta muchos beneficios, haya esteroides o no.
  • No seguir ningún tratamiento específico: ocasionalmente, sobre todo si los síntomas derivados del brote son leves o no provocan gran interferencia en las actividades de la vida diaria de la persona con EM, no se debe realizar un tratamiento específico para el brote. De hecho, los síntomas derivados del brote desaparecerán igualmente y la recuperación que realice la persona con EM del nuevo brote será la misma y sin tratamiento específico, a pesar de que si no se sigue ningún tipo de tratamiento, las molestias ocasionadas por el brote pueden durar más. Se trata de una decisión que se debe tomar junto con el resto de profesionales que traten a la persona con EM, es decir, su neurólogo y la enfermera de su centro especializado.

Después del brote

Cabe tener en cuenta que la recuperación completa después de un brote de esclerosis múltiple puede llevar semanas o hasta meses.

Además, es posible que algún síntoma no acabe de desaparecer completamente. En este caso, es necesario comunicarlo a los profesionales para que prescriban tratamientos como la fisioterapia, la rehabilitación o cierta medicación sintomática que ayude a mejorar los síntomas.

Estar preparados para la aparición de nuevos brotes

Las personas con EM pueden sufrir un nuevo brote en cualquier momento, ya que estos son imprevisibles; los síntomas pueden afectar a cualquier parte del cuerpo. Por eso, tanto las personas con EM como las personas de su entorno deben estar preparadas para que todo sea más fácil si se da esta situación.
De esta forma, tanto la persona con EM como sus familiares y amigos más cercanos deben saber cómo contactar con los médicos, enfermeros y neurólogos en caso de que tras el primer brote de esclerosis múltiple surjan más.

Los ‘pseudobrotes de esclerosis múltiple’, falsas alarmas

En ocasiones, las personas con EM pueden experimentar síntomas similares a los que aparecen cuando se produce un brote. Distintos factores que aumenten la temperatura corporal, como por ejemplo la fiebre, -causada por una infección de vejiga o un resfriado-, el aumento de temperatura después de un ejercicio intenso, o debido a elevadas temperaturas en el exterior, pueden producir o agravar estos síntomas. Si al disminuir la temperatura corporal los síntomas van desapareciendo, no se trata de un brote, y, por lo tanto, es una falsa alarma o un pseudobrote de esclerosis múltiple; si contrariamente, persisten más allá de 24 horas, es necesario avisar al médico, que valorará e indicará cómo proceder según lo relatado previamente.

Acceso al documento original

Managing a relapse. Multiple Sclerosis Society, 2011 [acceso: 13 marzo de 2015].

Disponible en: https://www.mssociety.org.uk/care-and-support/resources-and-publications/publications-search/managing-a-relapse-booklet

Revisado por: Angela Vidal Neuróloga

3 comentarios

  1. Gemma Román dice:

    Buenos días,

    Estoy leyendo su articulo sobre como actuar ante un posible brote y lo cierto es que tengo muchísimas dudas ya que no estoy segura de si este protocolo es de España o alguna comunidad específica. En la realidad, ante un brote, una consulta médica, dolor o cualquier otro síntoma, nos mandan a urgencias, ahí a esperar 5 horas, nada de citas con el neurólogo, y preguntar directamente muchísimo menos, antes nos atienden en la Zarzuela, se lo digo yo que llevo mas de 15 años padeciendo esta enfermedad. Por favor sean más realistas porque nos tratan como a una kk, gracias.

  2. Mari Carmen dice:

    A causa de mi último brote mi neurólogo ha decidido cambiarme el tratamiento. Actualmente estoy con fingolimod y ahora me habló de natalizumab y ocrelizumb.
    Me han hecho analíticas con serología v-JC y QuantiiFeron.

    Este tratamiento me da un poco de respeto por todo lo que he leído al respecto.
    Quisiera que me hablaran de como está llevando la gente estos tratamientos y si se pueden seguir durante mucho tiempo o son peligrosos

    Muchas gracias un saludo

    1. Fundació Esclerosi Múltiple dice:

      Hola Mari Carmen,

      A veces, en la esclerosis múltiple, es conveniente cambiar de tratamiento para pasar a otro que sea más adecuado según la evolución de la enfermedad.
      Es normal sentir cierto temor, pero todos los tratamientos para la EM son seguros. Los fármacos que comentas, de segunda línea, son más eficaces, aunque es cierto que pueden presentar ciertos efectos adversos. Por eso se realizan periódicamente controles de seguimiento médico.
      Si tienes dudas o necesitas más información, habla con tu médico, es quien mejor te podrá ayudar a evaluar las ventajas y desventajas asociadas a cada uno de los tratamientos y disipar las dudas o temores que puedas tener al respecto.

      Un saludo,

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