El proceso del diagnóstico de la EM

El diagnóstico de la esclerosis múltiple no es siempre un proceso fácil. Aunque, en la actualidad, casi el 50% de los casos pueden ser detectados muy rápidamente, es posible que el diagnóstico no dependa sólo de una prueba; además, pueden llegar a intervenir diferentes especialidades médicas, según la forma de presentación, las características y los síntomas que presente cada persona. Es alrededor de este tema que empieza el primer debate de nuestra Comunidad. Os invitamos a leer el texto siguiente, que lo introduce, así como a realizar vuestras aportaciones a la nueva sección.

Los síntomas

Una de las principales problemáticas que deben afrontar los médicos en el proceso de diagnóstico de la esclerosis múltiple es que sus primeros síntomas pueden ser muy similares a otras enfermedades o trastornos neurológicos. Algunos de estos síntomas son debilidad, hormigueo, falta de coordinación, fatiga, problemas de equilibrio, alteraciones visuales, temblores, espasticidad o rigidez muscular, trastornos del habla, problemas intestinales, alteraciones de la marcha, disfunción sexual, más sensibilidad e intolerancia al calor, cansancio excesivo o fatiga, problemas de memoria y trastornos cognitivos.

Es por eso que el diagnóstico de la esclerosis múltiple se convierte en un proceso en el cual descartar otras posibles enfermedades. El paciente a quien se detecten síntomas sugestivos de la enfermedad se derivará al neurólogo, y preferiblemente, a un neurólogo especializado en esclerosis múltiple.

 

Cómo se diagnostica la esclerosis múltiple

El proceso que este especialista seguirá para diagnosticar la esclerosis múltiple no es siempre sencillo y no depende únicamente de una visita o de una prueba, pero sí que puede consistir en las siguientes etapas:

  • Análisis de la historia clínica: en la cual el neurólogo hará diversas preguntas para detectar y clasificar los síntomas que sufre o ha sufrido en el pasado la persona. Es posible también que algunas de estas cuestiones hagan referencias a síntomas de otras partes del cuerpo.
  • Examen neurológico: una exploración física general en la cual también se avalúan diferentes funciones neurológicas con el objetivo de detectar posibles alteraciones.
  • Exploración neuropsicológica: consiste en realizar una serie de tests que avalúen la función cognitiva y permiten detectar si existe algún tipo de alteración y de qué función concreta se trata.

Posteriormente también se requiere la realización de alguna o más de alguna de las siguientes pruebas:

  • Analítica de sangre: para excluir el diagnóstico de infecciones, de falta de algunas vitaminas y de sufrir otras enfermedades autoinmunes sistémicas con afectación del sistema nervioso central (cerebro, cerebelo, médula y nervios ópticos) o específicas del sistema nervioso central.
  • Punción lumbar: en la cual se extrae el líquido que envuelve la médula y el cerebro y nos da información sobre la presencia de anticuerpos, las llamadas bandas oligoclonales, producidos dentro del sistema nervioso central y característicos de la esclerosis múltiple. Con esta prueba, también se pueden descartar otras enfermedades, básicamente infecciones.
  • Resonancia magnética: escáner muy preciso del cerebro y/o de la médula cerebral en el que se pueden identificar lesiones compatibles con esclerosis múltiple y que, a la vez, sirve para descartar otras enfermedades.
  • Potenciales evocados: exámenes que avalúan la respuesta del sistema nervioso central ante diferentes estímulos sensoriales, como la luz, el sonido o estímulos sensitivos.
  • La tomografía de coherencia óptica: se trata de una herramienta relativamente nueva, y por tanto, todavía no generalizada, no invasiva e indolora. Esta prueba realiza un escáner de la retina de los ojos y sirve para valorar el estado de los nervios ópticos que pueden haber sufrido una inflamación.

Toda esta información proveniente de la historia clínica, exploración neurológica y de las pruebas comentadas, se utiliza para establecer el diagnóstico de esclerosis múltiple, utilizando una serie de criterios diagnósticos (llamados Criterios de McDonald) que deben ser valorados por un comité de expertos. Estos criterios, básicamente, valoran si ha habido dos o más ataques al sistema nervioso central en diferentes zonas, en momentos diferentes y que no se pueden explicar mejor por otra enfermedad que puede presentarse con síntomas similares.

 

Formas clínicas de esclerosis múltiple

Cabe destacar que existen diferentes formas clínicas de esclerosis múltiple:

  • Forma remitente-recurrente: se caracteriza por la presencia de diferentes brotes. Estos consisten en la aparición de nuevos síntomas de la enfermedad que duran más de 24 horas o de síntomas ya previos de la enfermedad que se agravan sin que haya algún otro factor que lo justifique. Estos brotes pueden recuperarse totalmente o parcialmente dejando una secuela.
  • Forma secundaria progresiva: se caracteriza por un incremento progresivo, con fases de estabilidad y fluctuaciones, de discapacidad física y cognitiva independiente de la aparición de brotes. Los datos de historia natural de la enfermedad, sin estar modificada por tratamientos inmunomoduladores específicos, nos indican que entre un 30% y un 50% de los pacientes que al inicio presentan una forma remitente-recurrente de esclerosis múltiple desarrollarán una forma secundaria progresiva en un periodo de 10 años.
  • Forma primaria progresiva: se caracteriza por un incremento progresivo, con fases de estabilidad y fluctuaciones, de discapacidad física y cognitiva sin la aparición de brotes de la enfermedad.

Cabe destacar, además, que actualmente no existe una cura para la esclerosis múltiple. Sí que existen, sin embargo, tratamientos disponibles para algunas de estas formas de la enfermedad que pueden ayudar a reducir la aparición de brotes de la enfermedad y de nuevas lesiones en el sistema nervioso central, a aliviar los síntomas y a retrasar parcialmente su progresión.

Las causas

El paciente diagnosticado de esclerosis múltiple acostumbre a preguntarse por las causas de la enfermedad. La esclerosis múltiple está provocada porque el sistema inmunológico del cuerpo ataca estructuras propias del sistema nervioso central, como la mielina y las neuronas, que interfieren en la conducción de impulsos nerviosos. No se conoce la causa específica de la enfermedad, pero, sin embargo, sí que existen diversos factores genéticos y ambientales que están implicados:

  • El consumo de tabaco
  • Los niveles de vitamina D
  • La exposición solar


El apoyo emocional

El momento del diagnóstico marca un antes y un después en la vida de la persona con esclerosis múltiple. Se abre, entonces, un camino de decisiones a tomar, de experiencias a vivir y de tratamiento a seguir en el cual el neurólogo y todo el equipo especializado deben ser uno de sus mejores acompañantes; el psicólogo es también muy importante en este punto. En este sentido, es muy importante la forma como se haya dado el diagnóstico, ya que tendrá mucho que ver con la respuesta emocional del paciente. Se trata de hacerlo con la máxima información posible que pida la persona afectada y ofreciéndole, en todo momento, un acompañamiento frecuente.

La esclerosis múltiple puede provocar un gran impacto emocional, tanto a la persona como a su entorno. Puede afectar a su imagen personal, sus expectativas y relaciones sociales así como a su vida laboral. En este sentido, es muy importante que la persona pueda expresar sus sentimientos, que pueden ser: miedo, ansiedad, rabia, confusión, sensación de negación, depresión, culpabilidad, vergüenza y esperanza.

Además, el apoyo también puede ser necesario en plantear si decirlo o no al entorno, establecer una nueva forma de vivir con la pareja, la familiar y amigos, y pensar cómo compaginar la vida académica y/o laboral con la enfermedad serán los retos a los que se tendrá que hacer frente.

A partir de aquí, cada persona vive con su propia experiencia. Se inicia este debate con la voluntad de conocer muchas de ellas, de animar a los afectados de esclerosis múltiple a compartirlas y que, de esta forma, todos puedan convertirse en el apoyo de todos, sobre todo, de aquellos que hace poco que saben que sufren esclerosis múltiple.

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