Esclerosis múltiple: una causa aún desconocida

No se sabe con certeza qué provoca la esclerosis múltiple. Hoy en día, los expertos tienen claro que se trata de un trastorno autoinmune. El sistema de defensas de nuestro cuerpo está diseñado para atacar a los agentes externos, como los virus o las bacterias, pero en el caso de la esclerosis múltiple, las defensas atacan al propio cuerpo, concretamente a la sustancia que recubre los nervios (mielina). La razón por la cual lo hacen sigue siendo desconocida. Los investigadores barajan un virus como principal hipótesis, además de factores ambientales y algún condicionante genético.

Diversos equipos médicos de todo el mundo llevan a cabo proyectos de investigación para conocer mejor las causas de la esclerosis múltiple, y así entender mejor la enfermedad y comprender cómo se podría prevenir. Actualmente, la medicina moderna sólo ha conseguido hallar algunas pistas.

Se sabe con certeza que se trata de una reacción anormal del sistema inmunológico, pero hay muchas dudas sobre cuál es el factor que la desencadena. Los glóbulos blancos, que son las defensas del cuerpo humano, entran en el cerebro a través del torrente sanguíneo y debilitan su inmunidad. Posteriormente, los mismos glóbulos activan otros elementos del sistema inmunitario que atacan la mielina y la destruyen. Las lesiones pueden aparecer en cualquier área del cerebro, de la médula espinal o del nervio óptico.

De entrada, se sabe que la esclerosis múltiple afecta en mayor medida a las mujeres que a los hombres, aunque paradójicamente los hombres que la contraen muchas veces tienen peor pronóstico. A pesar de que se puede diagnosticar a cualquier edad, es más frecuente que la EM se detecte entre los 20 y los 40 años.

Una de las teorías que tiene más fuerza es que un virus podría ser el desencadenante de la EM, aunque se sospecha que este sólo está presente al inicio de la enfermedad. Las investigaciones han tratado de hallar al agente patógeno, pero curiosamente lo que se ha descubierto es que podría no tratarse de un virus específico, y que el verdadero causante de la afección sea una cepa común.

De todas formas, en caso de ser cierta esta hipótesis, el virus podría no ser causa suficiente. Los médicos consideran que la EM sería más bien producto de una combinación de elementos, entre los cuales también podría haber factores ambientales. De hecho, podría influir incluso la región geográfica donde se vive, ya que es más frecuente entre los 40 y 60 grados de latitud, tanto en el hemisferio norte como en el sur.

Aunque no se considera una enfermedad hereditaria (no la padecerán necesariamente los descendientes), se sabe que hay ciertos factores genéticos que predisponen a la persona a tener EM. Así, se estima que los hijos de un hombre que la sufra tienen un 1% de probabilidades de tener la afección, mientras que los hijos de una mujer que la tenga tendrían cerca de un 2% de probabilidades. Si ambos progenitores la padecen, el riesgo se eleva hasta el 20%.

Fuentes de información:

Causes. Multiple Sclerosis International Federation. 2008 [acceso 21 de noviembre de 2012]. Disponible en: http://www.msif.org/about-ms/causes/

What is MS?. Multiple Sclerosis International Federation. 2008 [acceso 21 de noviembre de 2012]. Disponible en: http://www.msif.org/about-ms/what-is-ms/

Fernández, O.; Fernández, V.; Guerrero, M. Todo lo que usted siempre quiso saber acerca de la esclerosis múltiple y no se atrevió a preguntar. Línea de Comunicación. 2012 [acceso 21 de noviembre de 2012]. Disponible en: http://www.fundacionsalud2000.com/

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