10 trucos para comer bien y controlar los síntomas de la esclerosis múltiple

No existe una dieta que haya demostrado ser efectiva para curar la esclerosis múltiple (EM). Sin embargo, los alimentos nutritivos permiten controlar los síntomas de la EM y los problemas de salud derivados de esta. A continuación, proponemos 10 trucos para una dieta saludable.

A veces es fácil descuidar nuestra salud y acumular alimentos poco saludables o no hacer suficiente ejercicio, sin pensar en las consecuencias que puede tener en nuestro cuerpo. Cuidar de uno mismo es, ahora, más importante que nunca, y vigilar qué y cómo comemos es el primer paso para conseguirlo.

La dieta juega un papel fundamental en nuestra salud, especialmente cuando se convive con una enfermedad crónica como la esclerosis múltiple. Planificar cuidadosamente la dieta puede ayudar, también, a controlar mejor ciertos síntomas de la EM como la fatiga, los problemas intestinales o la incontinencia. Además, nos puede ayudar a prevenir otras enfermedades habitualmente relacionadas con la EM, como puede ser el colesterol alto o problemas cardiovasculares.

Llevar una buena alimentación supone esfuerzo y paciencia. Los cambios deben introducirse poco a poco y con la ayuda de un médico o un dietista. Para hacerlo más fácil, aquí tienes 10 consejos que te pueden ayudar a alimentarte mejor para cuidar de tu salud.

Planificar cuidadosamente la dieta puede ayudar a controlar mejor ciertos síntomas de la EM como la fatiga, los problemas intestinales o la incontinencia

1. Desconfiar de las dietas milagro

Las personas con EM deben sospechar de las dietas que prometen ser la cura de su enfermedad y aseguran resultados en tiempo récord, pues su eficacia no está probada científicamente. Además, pueden ser perjudiciales para su salud, ya que suprimen nutrientes básicos.

2. Consumir alimentos bajos en grasa y ricos en fibra

Una dieta baja en grasas saturadas y rica en fibras es la base de una buena salud, tanto para las personas con EM como para la población general. Los alimentos como las frutas, las verduras, las nueces y las semillas proporcionan al cuerpo la energía que necesita. En cambio, las grasas saturadas y trans están asociadas con un gran número de efectos negativos. Esta dieta permite mantener un peso saludable; cabe recordar el sobrepeso puede agravar los síntomas de la EM como la fatiga.

3. Consumir cinco raciones de frutas y verduras al día

Son una fuente importante de fibra, proporcionan vitaminas y minerales y tienen propiedades antiinflamatorias. Actualmente, los antioxidantes que se encuentran en muchas frutas y verduras están siendo estudiados para ver si desempeñan un papel en la ralentización de la progresión de la EM. Consumir diariamente cinco raciones de frutas y verduras puede ser difícil. Ser creativo e innovador facilitará esta tarea. Por ejemplo, desayunar tostadas con aguacate o añadir fresas al gazpacho son opciones sabrosas y nutritivas.

4. Comer pescado mínimo dos veces por semana

Los pescados azules son ricos en omega-3. Aunque la investigación es limitada, los ácidos grasos omega-3 podrían ser beneficiosos para las personas con EM para reducir la duración y la severidad de los brotes. Además, el omega-3 mejora la salud de corazón, baja la presión arterial y puede reducir la inflamación. Para aquellos a los que no les gusta el pescado, las nueces y la linaza son fuentes importantes de omega-3 y se pueden incluir en las ensaladas, en las salsas o en los batidos.

5. Beber mucha agua

La deshidratación contribuye a la fatiga y al estreñimiento, síntomas frecuentes entre las personas con EM. Para prevenirla, es necesario beber ocho vasos de agua al día. La sensibilidad al calor es otro síntoma común de la EM. Las duchas de agua caliente, el deporte o las altas temperaturas en verano pueden provocar el sobrecalentamiento de las personas con EM. Una hidratación correcta permite al cuerpo enfriarse a través de la transpiración.

6. Sustituir la sal por otras especias

Se ha comprobado que el consumo elevado de sodio aumenta la actividad de la EM, provocando más exacerbaciones y aumentando el riesgo de desarrollar nuevas lesiones. Además de la sal añadida al cocinar, muchos alimentos procesados contienen una alta cantidad de sodio (como patatas chips, comidas en lata, refrescos, agua con gas, etc.), por lo tanto, es importante revisar las etiquetas antes de comprar cualquier producto. Las especias sin sodio y las hierbas aromáticas son una alternativa.

7. Obtener suficiente vitamina D

Ayuda al cuerpo a absorber el calcio y su deficiencia puede provocar osteoporosis en adultos. Diversas investigaciones han demostrado que la vitamina D puede ralentizar la progresión de la EM y ayudar en el tratamiento temprano de la misma.

La vitamina D se absorbe a través de la exposición al sol. Sin embargo, exponerse demasiado tiempo al sol aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel. En este sentido, se recomiendan de 10 a 15 minutos de exposición mínimo tres veces a la semana. También puede hallarse vitamina D en los pescados grasos como el salmón y en los productos lácteos como la leche o el yogur. Es posible que, pese a ingerir alimentos ricos en vitamina D y a tomar el sol, muchas personas con EM tengan un déficit de esta vitamina. En tal caso, los suplementos de vitamina D son una opción a considerar con el consenso de un médico.

8. Incrementar el número de comidas al día

Pasar muchas horas en ayunas aumenta la fatiga. Para mantener un buen nivel de energía, la mejor opción es aumentar el número de comidas diarias. Esto no es sinónimo de devorar paquetes de patatas fritas antes de comer o hincharse a galletas después de cenar. Existe una gran variedad de tentempiés sanos que pueden tomarse a lo largo del día (crudités, frutos secos, queso, uvas) y mantener un peso saludable.

9. Innovar con el yogur

Es un alimento que contribuye al equilibrio de la flora intestinal. La medicación puede alterar el equilibrio microbiano del intestino y provocar problemas como diarrea o hinchazón. El yogur ayuda a restaurarlo. Además, contiene calcio y vitamina D. Se puede tomar como postre o merienda o utilizarlo para hacer salsas o sopas.

10. Preparar comida para toda la semana

Cuando la fatiga aparece, ponerse a cocinar es lo que menos apetece. Por esta razón, es una buena idea encontrar un día a la semana y dedicarlo a preparar comida casera para los próximos siete días: cocidos, pescados al horno, purés de verduras o batidos de frutas. Este tipo de platos requieren más tiempo y pueden congelarse o dejarse en el frigorífico. Otra opción es preparar con antelación aquello que requiera más tiempo como pelar y cortar verduras y tenerlo listo para cocinar en cualquier momento.

Acceso al documento original:

Healthy multiple Sclerosis diet. Disponible en: http://www.everydayhealth.com/hs/multiple-sclerosis-symptoms/healthy-multiple-sclerosis-diet-pictures/

1 comentario

  1. Ivette dice:

    Tengo la enfermedad esclerosis múltiple

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