Estrategias para superar las dificultades para cocinar con esclerosis múltiple

Las personas con esclerosis múltiple pueden experimentar toda una serie de dificultades cuando realizan actividades de la vida diaria. Algo tan cotidiano como cocinar puede suponer un verdadero problema.

Mantener una buena alimentación y, por lo tanto, cocinar de forma adecuada, es vital para convivir con la esclerosis múltiple de la mejor manera posible. En la cocina, las personas con EM deben hacer frente a la falta de energía y a las limitaciones físicas y cognitivas. ¿Cómo se pueden superar estos obstáculos?

En caso de tener esclerosis múltiple, es habitual que ciertas capacidades se vean limitadas y supongan un obstáculo para realizar actividades cotidianas. De todos modos, minimizar estas dificultades está al alcance de todos y siempre se pueden encontrar soluciones para superarlas. Hacer pequeños cambios de hábitos puede suponer una gran diferencia.

Minimizar estas dificultades está al alcance de todos y siempre se pueden encontrar soluciones para superarlas. Hacer pequeños cambios de hábitos puede suponer una gran diferencia

Cocinar es una actividad fundamental, no solo para conseguir una dieta sana, sino también para que las personas con esclerosis múltiple tengan energía y convivan con la enfermedad de la mejor manera posible. ¿Qué estrategias se pueden poner en marcha para superar los obstáculos y cocinar con éxito?

1. Planificar con tiempo

Una buena gestión de la actividad es fundamental para evitar un cansancio excesivo. Confeccionar el menú semanal permite tener claro qué se preparará cada día y qué ingredientes se necesitarán. En este sentido, tener una lista de la compra a mano e ir apuntando los ingredientes que faltan permitirá hacer la compra de un tirón y, de este modo, ahorrar trabajo y tiempo.

También se debe tener en cuenta que llevar una buena alimentación no significa hacer platos más complejos, al contrario, se puede elaborar un menú que a la vez sea saludable y simple, con pocos ingredientes y fácil de preparar.

2. Economizar el tiempo y tomárselo con calma

La mejor manera de ahorrar tiempo y minimizar esfuerzos es cocinar platos que se puedan guardar un tiempo y así cubrir las comidas de varios días. Por la misma razón, comprar comida congelada es muy productivo. Las frutas y los vegetales se pueden adquirir ya lavados y cortados, y en la carnicería y la pescadería se puede pedir que corten los alimentos a nuestro gusto. Estos pequeños cambios pueden suponer un gran ahorro de trabajo y energía a la hora de cocinar.

Para facilitar el proceso, puede ser de gran ayuda incluir la actividad de cocinar en la planificación semanal y realizarla cuando el nivel de energía sea alto o cuando estemos acompañados. Es importante racionalizar el tiempo: no hay que gastar todas las energías cocinando y hay que pedir ayuda siempre que se necesite.

Para minimizar esfuerzos, hay que intentar cocinar platos que se puedan guardar un tiempo y organizarse para cocinar cuando el nivel de energía sea alto

Introducir pequeños cambios como reunir todos los utensilios e ingredientes antes de cocinar, sentarse en una silla, programar el tiempo de cocción de los alimentos con una alarma, o recurrir a utensilios eléctricos en lugar de manuales (como los robots de cocina) nos facilitará la actividad. Si algún día la fatiga es muy grande y no se quiere cocinar, es un buen momento para recurrir a los platos precocinados, que hoy en día son muy variados y se pueden comprar en todos los supermercados.

3. Comprar ahorrando esfuerzos

Un acto tan simple como categorizar los productos de la lista puede ahorrar mucho esfuerzo. Esto permite coger los alimentos por secciones en el supermercado y evitar hacer varios viajes por los pasillos, lo que supone un gasto de tiempo y de energía innecesario.

Si el hecho de ir al supermercado y hacer la compra supone un gasto de energía muy importante, siempre se pueden pedir los productos por Internet. También puede ser útil utilizar el servicio de entrega del supermercado y así ahorrarse un viaje duro y un tiempo provechoso.

4. Reutilizar la comida

Para que cocinar no suponga un gasto de energía cada día, se pueden cocinar grandes cantidades de comida en una sola vez y guardarlas para días posteriores. Lo que sobra se puede empaquetar en raciones grandes, que pueden ser útiles para improvisar cualquier día que se esté muy cansado. Si sobran ingredientes o comida preparada que no se sabe cómo reutilizar, siempre se pueden buscar nuevas recetas: cualquier alimento se puede utilizar en una nueva receta que apetezca más y crear platos nuevos y originales.

Enlace al documento original:

In the kitchen with MS. Can Do Multiple Sclerosis (2017). Disponible en: https://www.cando-ms.org/online-resources/can-do-library/in-the-kitchen-with-ms

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