¿Existe un vínculo entre la esclerosis múltiple y la depresión?

La depresión clínica es una enfermedad común que afecta a una de cada cinco personas a lo largo de su vida y causa síntomas mentales y físicos. Normalmente estos síntomas no desaparecen en un día o dos, sino que se mantienen durante semanas o meses.

El diagnóstico de una enfermedad crónica como la esclerosis múltiple requiere tiempo para asumirlo y para afrontar los cambios que producirá en el día a día de las personas. La diferencia principal entre el diagnóstico y la depresión es que esta se considera hoy en día un síntoma de la EM que puede ser tratado con medicamentos o asesoramiento. ¿Qué causa la depresión?
Prácticamente la mitad de las personas con EM tendrá síntomas depresivos en algún momento de su vida. Sin embargo, se sabe muy poco de las causas de la depresión clínica. Algunas familias parecen ser más susceptibles a la depresión que otras, pero la genética es solo un aspecto. Los factores psicológicos (la pérdida de una persona cercana, problemas económicos, estrés) y ambientales parecen tener un papel en el desarrollo de la depresión. ¿Cómo puedo saber si estoy deprimido?
La depresión clínica es un conjunto de síntomas que pueden ser únicos para cada persona. Algunas personas pueden estar tristes y cansadas, otras pueden estar simplemente nerviosas e, incluso, muy eufóricas. El proceso de reconocimiento de la depresión puede ser doblemente difícil en una persona con EM, ya que los síntomas de la esclerosis múltiple y los depresivos son muy similares. Las siguientes cuestiones pueden aportar un poco más de luz para saber si se está deprimido. Durante las últimas semanas…
  1. ¿Te has sentido mal?
  2. ¿Has perdido el interés en las cosas que normalmente te gustaban hacer?
  3. ¿Duermes mucho o presentas insomnio?
  4. ¿Tienes pensamientos derrotistas o negativos continuamente?
  5. ¿Te aburres con mucha facilidad?
Si la respuesta a estas preguntas es positiva, es importante hablar de tus emociones con algún especialista. Suicidio
La depresión no es una enfermedad benigna, dado que genera dolor y sufrimiento y puede hacer que la persona que la sufra piense en suicidarse. Alguna vez has pensado…
  • Mi vida no vale para nada. No hay nada a lo que cogerme.
  • Mi familia estaría mejor sin mí.
  • Las cosas serían mucho más fáciles si me muriese.
  • He pensado en una manera rápida e indolora para acabar con todo.
Si alguna vez has reflexionado de esta manera, no se debe dudar en pedir ayuda. Tener este tipo de pensamientos es parte de la depresión. Así como otros síntomas depresivos, estos se reducirán una vez se reciba el tratamiento idóneo. ¿Qué puedo hacer si estoy deprimido?

Hay muchas terapias disponibles que pueden ayudar a aliviar la depresión. El primer paso y el más importante es pedir ayuda y tener claro que si los síntomas depresivos no se tratan, pueden empeorar o persistir durante semanas o meses. La mayoría de medicamentos, antidepresivos incluidos, pueden provocar efectos secundarios, entre los cuales náuseas, diarreas, dolores de cabeza, fatiga o boca seca.

Y aunque se esté insatisfecho con la medicación, NO se puede dejar de tomarla. Hay que hablar antes con el médico o el psiquiatra de referencia.

Dejar de un día para otro los medicamentos puede empeorar la sintomatología depresiva, e incluso podrían aparecer otros síntomas que antes no se presentaban, como por ejemplo ansiedad, angustia, impulsividad, cambios bruscos de humor, etc. Los antidepresivos no se deben mezclar con alcohol o sustancias adictivas (cocaína, marihuana, anfetaminas) y es importante saber que estas pueden contribuir de manera negativa a la depresión. Terapias

La depresión también se puede tratar con psicoterapia, como es el caso de la terapia cognitiva del comportamiento (CBT por sus siglas en inglés). Esta técnica intenta identificar los pensamientos y comportamientos negativos que provocan sufrimiento y se ofrecen técnicas sencillas para reorientarlos. Esto puede ser útil para subir la autoestima y eliminar los pensamientos negativos. Por otro lado, la esclerosis múltiple puede ser un reto para familias y parejas. Por eso, la terapia familiar o de pareja puede ayudar a entender la enfermedad, entender las necesidades personales de cada miembro de la familia y fomentar un buen afrontamiento y ajuste de la EM en la vida diaria. También es recomendable consultar libros escritos por personas con la enfermedad.
Acceso al documento original:
Revisado por: Sara Navarro Col·legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya (colegiada nº 23.565)
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