La importancia del entrenamiento de la fuerza en la esclerosis múltiple

Entrenar la fuerza puede ser muy útil para las personas con esclerosis múltiple, ya que puede ayudar a reducir la fatiga y realizar actividades del día a día con más facilidad.

Las personas con esclerosis múltiple a menudo tienen dudas sobre cómo practicar ejercicio para preservar su estado físico en las mejores condiciones posibles.

En el caso del entrenamiento de la fuerza, los últimos estudios indican que debería ser un trabajo prioritario, ya que, además de trabajar la fuerza propiamente dicha, contribuye a aumentar la resistencia a la fatiga que, junto con los problemas de equilibrio y la espasticidad, configuran los principales problemas motores de la EM.

 

¿Cómo podemos trabajar la fuerza en la esclerosis múltiple?

A rasgos generales, podemos decir que la fuerza es la capacidad que tenemos de vencer una resistencia. Esta puede ser la de nuestro propio cuerpo, la de un objeto, una pesa… Por lo tanto, trabajar la fuerza consistirá en repetir el “vencer” la resistencia realizando unas repeticiones que pueden estar predeterminadas por nuestro fisioterapeuta o se puede marcar un pequeño circuito que conste de las siguientes características:

  • Utilizar unas resistencias suaves y asumibles.
  • Combinar el trabajo de las extremidades superiores, inferiores y el tronco.
  • Realizar tres series de entre 8 y 12 repeticiones.
  • Siempre que sea posible, hacer ejercicios frente a un espejo para realizarlos correctamente.

Los últimos estudios indican que el entrenamiento de la fuerza debería ser un trabajo prioritario en la EM, ya que ayuda a aumentar la resistencia a la fatiga.

¿Cuáles son los efectos positivos de este tipo de entrenamiento?

Uno de los efectos del entrenamiento de fuerza es la mejora de la calidad de la transmisión del impulso nervioso, que nos ayuda a mejorar actividades del día a día, como levantarnos y sentarnos con más facilidad y menos fatiga, a caminar más y mejor

Con los entrenamientos de fuerza, hay que tener cuidado y tratar de combinar períodos cortos de actividad con períodos de descanso, para no aumentar la temperatura corporal en exceso. También hay que vigilar que el lugar donde realizamos estos ejercicios esté ventilado y no añada complicaciones en referencia al aumento de la temperatura.

En conclusión, un buen entrenamiento de la fuerza contribuye a la mejora de la respuesta cardiovascular al ejercicio, a disminuir la fatiga y rebajar el esfuerzo ante la exigencia de las actividades de la vida diaria.

Autora: Marta Lordán. Fisioterapeuta

 

Referencias

Dalgas U, Stenager E, Lund C, et al. Neural drive increases following resistance training in patiens with multiple sclerosis. J Neurol. 2013;260:1822-32 https://link.springer.com/article/10.1007/s00415-013-6884-4

Sandoval, A. Exercise in Multiple Sclerosis. Phys Med Rehabil N Am 2013 (24): 605-618. www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S104796511300048X

Gallien P, Nicolas B, Robineau S, Pétrilli S, Houedakor J, Durufle A. Physical training and multiple sclerosis. Ann Readapt Med Phys. 2007; 50: 373-376. www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0168605407001171

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