Las relaciones sexuales con esclerosis múltiple

Los aspectos relacionados con la sexualidad despiertan un gran interés y generan dudas entre las personas con esclerosis múltiple. La guía “Sexo, intimidad y relaciones”, que ha sido publicada por la Fundación Vasca Esclerosis Múltiple Eugenia Espalza y que se basa en una guía análoga de la MS Society UK, aborda de forma clara y sencilla las dificultades más frecuentes que tienen las personas con EM a la hora de mantener relaciones sexuales.

Los cambios en el deseo sexual o en cómo nos relacionamos sexualmente pueden tener origen en el hecho de tener esclerosis múltiple, en los factores emocionales que se derivan de ella, o en algunos factores completamente ajenos a la enfermedad. Un daño nervioso en el cerebro o la médula espinal puede afectar a la función sexual, aunque la disfunción de los órganos sexuales también puede ser consecuencia de la pérdida de autoestima, del sentimiento de vergüenza, de incomodidad o de culpa, de la ira o el resentimiento… y de otros factores como el estrés, los hijos o la menopausia.

Saber gestionar la situación no es fácil, ya que convivir con la esclerosis múltiple suele crear barreras emocionales y físicas entre la persona con EM y su pareja. Para afrontar los conflictos que se derivan de ella, es vital afrontar el acto sexual con apoyo mutuo.

Hay que investigar las preferencias de cada uno pero, sobre todo, para que el acto sexual sea satisfactorio y se puedan superar los problemas físicos derivados de la EM, debéis tener una buena comunicación entre los dos miembros de la pareja.

Si bien no hay ninguna fórmula mágica, en cada caso se pueden encontrar elementos que pueden ayudar. Por ejemplo, si tienes problemas para incrementar la libido, puede ser interesante que des más importancia a los actos preliminares, como besos o caricias, y se puede seguir poniendo énfasis en algunos ejercicios sexuales concretos: la masturbación, los juguetes sexuales, los masajes eróticos, el cambio de papeles …

Con tiempo y confianza, se pueden ir investigando las preferencias de cada uno y encontrar qué necesitamos. Para que el acto sexual sea satisfactorio y se superen los problemas físicos derivados de la esclerosis múltiple, una buena comunicación entre ambos miembros de la pareja es clave.

Los problemas más comunes en las relaciones sexuales con esclerosis múltiple

Cuando hablamos de problemas físicos relacionados con la sexualidad más habituales en mujeres que conviven con EM, los dos más comunes son:

  • Sequedad vaginal, que puede ser debida a la EM, la menopausia o como efecto secundario de algunos medicamentos. La utilización de lubricantes puede ayudar a superar este inconveniente.
  • Menor capacidad para el orgasmo, que se puede solucionar con más estimulación previa. Y es que, de hecho, muchas mujeres opinan que los actos preliminares son la parte más placentera del acto sexual: caricias, masajes, masturbación mutua o vibradores pueden ayudar a alcanzar el orgasmo.

Por otra parte, los dos problemas principales problemas sexuales que tienen los hombres son:

  • Disfunción eréctil, aunque no tiene por qué tener relación con la enfermedad. Otras posibles causas son la medicación o factores psicológicos. Para solucionar este problema puedes utilizar pastillas que fomentan la erección, como la Viagra, u otras opciones como la hormona prostaglandina o las bombas del vacío. Por supuesto, antes de tomar cualquier sustancia es necesario que lo consultes previamente con el médico de cabecera.
  • Falta de eyaculación y / u orgasmo (no son lo mismo, ya que se puede tener un orgasmo sin eyacular). Si las conexiones entre la médula espinal y el cerebro no están intactas, es casi imposible tener una eyaculación o un orgasmo. La fertilidad, sin embargo, no se ve resentida: si tienes uno de estos problemas y quieres tener hijos, te recomendamos visitar una clínica de fertilidad.

Para solucionar este problema puedes usar pastillas que fomentan la erección, como la Viagra, pero también existen otras opciones, entre las cuales la hormona prostaglandina o las bombas de vacío.

Los síntomas de la esclerosis múltiple y el acto sexual

Si eres una persona con esclerosis múltiple tienes que tener en cuenta tus síntomas al realizar el acto sexual. A continuación, se indican algunos consejos sobre cómo proceder según cada síntoma:

  • Fatiga. La fatiga puede afectar a la libido, por tanto, hace falta adoptar estrategias de conservación de la energía, priorizar tareas y equilibrar la actividad y el descanso. Si estás tomando amantadina o modafinil, puedes notar una mejora tomándola antes del acto sexual, pero también puedes tener problemas de sueño si los tomas durante la tarde. Es conveniente realizar el acto sexual cuando tengamos más energía, programar descansos antes y después del acto y probar posturas menos extenuantes 
  • Debilidad muscular. Si las posturas rígidas o que te provocan dolor afectan tus relaciones sexuales, es preferible probar otras nuevas. Otras soluciones serían: colocar una toalla enrollada en la zona inferior del hombro o cojines para mantener la posición o hacer uso de mobiliario doméstico, como mesas, sillas o la propia cama. Si prefieres soluciones más imaginativas, también existen soportes, cuerdas o elementos diseñados específicamente para el entorno sexual. 
  • Síntomas sensoriales y dolor. A veces un contacto leve en cualquier parte del cuerpo puede provocar incomodidad. Algunos medicamentos como la amitriptilina, la carbamacepina, la gabapentina o la fenitoína pueden ayudar a aligerar esos síntomas. Realizar un mapeo corporal (técnica de autoexploración que sirve para saber qué partes del cuerpo son más sensibles al tacto) también puede ser interesante para prevenir esas situaciones. Mantener relaciones sexuales frente a frente puede ser una buena medida para avisar a tu pareja de la más mínima señal de dolor.
  • Espasticidad. Para controlar los espasmos o rampas que se puedan dar durante las relaciones sexuales debes tomar la medicación con antelación. En esos casos también puedes realizar masajes eróticos o probar con posturas más laxas.
  • Problemas de vejiga o intestinales. La posibilidad de que se produzca un “accidente” durante el acto sexual, sobre todo si la pareja es nueva, puede quitarnos las ganas de mantener relaciones sexuales. Pero, por suerte, hay formas de controlar estos problemas: ir al baño (o ponerse el catéter) antes de cada relación sexual, tomar la medicación 30 minutos antes, buscar posturas que no presionen la vejiga, ponerse un condón por pérdidas leves de orina… Y como siempre, una comunicación fluida también puede ayudar a superar esta situación
  • Dificultades cognitivas. Distraerse durante el acto sexual puede provocar enojo en la pareja, que puede pensar que se trata de una falta de interés. En esos casos debes estar más atento en lo que estás haciendo, no estés tenso ni tengas prisa. Ponerte presión para sentir excitación o llegar al orgasmo puede ser contraproducente.
  • Estado de ánimo. La depresión es más frecuente en las personas con esclerosis múltiple, así como los cambios de ánimo. Hay que saber reconocer estos síntomas, tanto físicos como emocionales, y hablar de los sentimientos con la pareja. En caso de que no tengas ganas de realizar un acto sexual, hay que saber decir “no”. Solamente hablando podrás saber qué siente el otro.
  • Efectos secundarios de la medicación. El deseo sexual, el rendimiento en la cama o la satisfacción durante el acto pueden alterarse a causa de la medicación. Algunos antidepresivos como la fluoxetina o la sertralina pueden afectar la función sexual y provocar problemas de libido, orgasmo y eyaculación retardada o ausente. Hay que hablar con el médico si crees que algún medicamento está afectando tu deseo sexual.

Practicar sexo es un acto natural del que no se debe tener ni miedo ni vergüenza si se sufren algunos síntomas provocados por la EM. Aunque se nos haga extraño, consultar tus dudas sexuales a los profesionales sanitarios es la mejor opción, ya que tanto médicos como enfermeras están acostumbrados a tratar este tipo de disfunciones.

En cualquier caso, la comunicación es esencial; se debe profundizar en la intimidad y afrontar los miedos conjuntamente. Y también deben procurar evitar las acusaciones, las críticas y las culpas. Hay que tener en cuenta que los síntomas de la EM no tienen por qué ser los causantes de los problemas sexuales de una pareja. Toma un poco de tiempo para resolver los problemas o habla con un terapeuta especializado. Estas pueden ser una solución efectiva para volver a disfrutar de un buen sexo.

Acceso al documento original:

Sexo, intimidad y relaciones https://www.esclerosismultipleeuskadi.org/ Disponible en: https://www.esclerosismultipleeuskadi.org/sexo-intimidad-relaciones/

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