Las resonancias magnéticas y la esclerosis múltiple

La resonancia magnética juega un papel muy importante en el diagnóstico de esclerosis múltiple, así como para monitorizar su evolución.

La resonancia magnética (RM) es una prueba de imagen que permite obtener información detallada sobre la estructura del cerebro, la médula espinal y otras partes del cuerpo. Es considerada como uno de los mayores avances en el campo de la esclerosis múltiple.

A diferencia de los rayos X o de la tomografía computarizada, la resonancia magnética no emite ninguna radiación. Hoy en día se considera la técnica más sensible y más minuciosa para diagnosticar la esclerosis múltiple y para poder hacer un seguimiento de la enfermedad.

¿Cómo se diagnostican las lesiones desmielinizantes en esclerosis múltiple con la resonancia magnética?

Para hacer una resonancia magnética, un profesional sanitario nos pedirá que nos estiremos en una cama que luego se moverá dentro del escáner. El proceso suele durar entre 15 y 90 minutos, dependiendo de cuántas imágenes se quieran tomar. Aunque es un proceso indoloro, la máquina puede llegar a ser bastante ruidosa.

¿Cómo se detectan lesiones desmielinizantes en resonancia magnética?

La resonancia magnética mide el contenido de agua de los tejidos del cuerpo humano gracias a la aplicación de campos magnéticos. Cuando una persona tiene esclerosis múltiple, la resonancia presentará áreas donde la mielina ha sido dañada, que aparecerán como manchas brillantes u oscuras (según la técnica utilizada) en la imagen.

La mielina repele el agua, así que podemos medir la cantidad de mielina presente gracias a la presencia de agua detectada en la resonancia magnética.

Un profesional de neurorradiología experto será capaz de detectar esas áreas y lesiones desmielinizantes y sugerir un posible diagnóstico de EM. Estos profesionales también pueden, en ocasiones, utilizar un líquido de contraste llamado gadolinio para mejorar la visibilidad de estas lesiones.

¿Para qué sirve la resonancia magnética?

Actualmente, la resonancia magnética cerebral es la técnica más sensible para detectar lesiones en el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) y más concretamente lesiones desmielinizantes. Esto permite un diagnóstico de EM mucho más precoz, en algunos casos incluso poco después del primer síntoma, cuando años atrás se podía tardar una media de ocho años en diagnosticar la EM.

Las lesiones de la esclerosis múltiple pueden presentar inflamación de la materia blanca, desmielinización, o cicatrices. La resonancia magnética puede aportar mucha información, como:

  • Detectar una posible recaída.
  • Si la esclerosis múltiple está activa sin empeorar.
  • Si la esclerosis múltiple está estable sin actividad.
  • Si existe alguna nueva inflamación activa.
  • Si no hay señales de actividad.

Esto permite establecer un pronóstico sobre la enfermedad y una monitorización de la actividad de la EM, ayudando en la toma de decisiones sobre el proceso terapéutico: el neurólogo/a podrá recomendar un tratamiento u otro o indicar qué fármaco es el adecuado en cada caso según la aparición de nuevas lesiones y de la evolución clínica de la enfermedad.

¿Cuándo hay que hacerse una resonancia magnética?

Cuando los síntomas presentados sugieren una enfermedad del sistema nervioso central, el neurólogo/a muy probablemente recomendará hacerse una resonancia magnética. Una vez confirmado el diagnóstico de EM, es posible también que se recomiende esta prueba con una periodicidad variable.

El consenso sobre cada cuánto es necesario hacerse esta prueba es variable, pero generalmente se suele realizar cada 3-12 meses según el caso y las circunstancias. Para algunas personas, puede ser que en un inicio se solicite con más frecuencia y luego se espacien un poco más. La frecuencia puede depender de factores como:

  • Cuánto hace desde el diagnóstico de esclerosis múltiple.
  • Si la persona tiene otras enfermedades.
  • Qué tratamiento se sigue actualmente.
  • Si se ha iniciado un tratamiento recientemente.

Es importante que, a ser posiblelas resonancias se realicen en el mismo centro donde se hizo previamente, en la misma máquina y con el mismo protocolo, para comparar las imágenes y saber si existen lesiones desmielinizantes nuevas o no. A pesar de que estas pruebas pueden ser incómodas, es importante hacérselas para llegar a un buen diagnóstico y poder disponer posteriormente del mejor tratamiento posible.

Las lesiones desmielinizantes en la resonancia magnética no son solo manchas en una pantalla; son la clave para entender afecciones complejas como la esclerosis múltiple. Estas lesiones representan áreas donde la mielina, la cubierta protectora de nuestros nervios, ha sido dañada o ha desaparecido. En la batalla contra la esclerosis múltiple, la resonancia magnética se convierte en nuestra aliada, brindando una visión precisa y profunda de la actividad y progresión de la enfermedad. Si buscas respuestas y claridad sobre tu salud neurológica, la resonancia magnética y la detección de lesiones desmielinizantes es el camino a seguir.

Referencias

Magnetic Resonance Imaging (MRI). National MS Society. Disponible en: http://www.nationalmssociety.org/Symptoms-Diagnosis/Diagnosing-Tools/MRI

Resonancia magnética en esclerosis múltiple: la perspectiva del paciente. Esclerosis Múltiple España. Disponible en: https://esclerosismultiple.com/555/

MRI and MS: What to know. Medical News Today. Disponible en: https://www.medicalnewstoday.com/articles/ms-mri

MRI and MS: 7 things you need to know. MS Sociery UK. Disponible en: https://www.mssociety.org.uk/research/latest-research/latest-research-news-and-blogs/mri-and-ms-7-things-you-need-to-know

Revisado por: Breogán Rodríguez Col·legi de Metges de Catalunya (colegiado nº50.763)
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